lunes, 16 de noviembre de 2009

Y si nos colgamos un poco...




   Nos despedimos de Guayaquil cargados de amigos y objetivos cumplidos con la expectativa de sentir x fin, la playa.
   Manglaralto, mar verde, calentito y una casita de paja y madera donde los sueños se arrullan con el sonido del océano... los vecinos de los cuartos aledaños personas tan especiales que es como estar en un mundo de hadas y duendes locos que rolan x hay... a pura magia, un par de semanas allí nos brindan el descanso apropiado para volver a arrancar. 
   Con nostalgia en los ojos, un cumpleaños feliz, una tortica echa x el tony (hermosaaa) y un Open Manabita Fest, charlas intensas, abrazos y mas abrazos y nos vamos de una vez xq sino no arrancamos nunca de ese paraíso que nos acogió tan fuerte. Volveremos, eso es seguro.
   Un poco de ruta, bondis, Manta, Quito, Tulcán y llegamos a la frontera. Cómo exprimimos esos 3 cortitos meses de visa que nos regaló el Ecuador, dejandonos sutilmente la oreja mojada porque todo indica que vamos a tener que volver, mucho por descubrir aún.
    Del otro lados nos espera Locombia, tierra de intrigas, que los militares, policías, paras, el señor de tránsito, el señor que cuida al sr. de tránsito, una señora con una remera camuflada....y así y todo, la rumba está adentro de cada colombiano que nos cruzamos, no pueden ocultarlo. La buena onda de la gente nos sigue llevamos x lugares cargados de buena energía y la sensación de que todo va x buen camino, x el que queremos x lo menos. 
   Ahora, después de 3 agotadores días de viaje, nos disponemos a descansar y disfrutar lo que tenemos. La mamá de Marcela, nos espera hospitalaria con el desayuno y un lugarcito para descansar, y cargarnos de un poco de mimos colombianos.
 Gracias a todossss!!!!   Que buena Vida.... Arriba la rumbaaaaaaaa!!!!!!


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