viernes, 12 de junio de 2009

Bolivia Evo-lutiva al re-progreso

Llegamos al paraíso terrenal. Así reza el cartel de bienvenida al pueblo y no exagera en nada.

[Sorata sirvió de inspiración al filólogo viajero y escritor Demetrio Díaz Villamil, para escribir su libro titulado La Lengua de Adán en el cual postula que Sorata es el paraíso terrenal. Su hipótesis, se basa en que la lengua más primitiva debía ser la de Adán. Hizo un estudio filológico comparando los idiomas inglés y alemán con el aymara, llegando a la conclusión de que este último es la madre de todas las lenguas].

Evo Morales es aymara. Es un dirigente sindical y un chaman de su pueblo, esto es mas que evidente. Pero los diarios de mi país se referían a él cuando era candidato presidencial con el mote de Líder Cocalero. Es increíble pensar que esto se quiera usar en forma peyorativa porque, no solo falta a la verdad sino porque nos subestima. Vamos a repetir una vez más una frase que parece no quedar clara: La hoja de Coca no es droga. [Una empresa norteamericana compra en forma legal 170 toneladas de coca al año para la fabricación de una bebida cola, entonces la cocaína no es coca, la cebada no es cerveza, el trigo no es whisky y la uva no es vino].

Pero parece que plantar coca si es malo. Aunque la coca se cultiva hace casi veinte siglos, y el alcaloide de la cocaína fue extraída solo hace algo mas de cien años, esto es justificativo para una vez mas oprimir toda una cultura.

[...basados en criterios moralistas, los españoles habían intentado prohibir su uso entre los indígenas, hasta que descubrieron sus ventajas como incentivo en la habitual jornada de 20 horas entre los indígenas que trabajaban en las minas de oro del rey].

Y Evo es un líder cocalero. Pero Evo es indígena y eso molesta mucho más. No alcanzo traer un Dios genocida que mato 50 millones de personas en todo el continente, no alcanzo la humillación y la supresión cultural de todos los pueblos originarios, no alcanzo el robo indiscriminado de todos los recursos naturales. Y nunca alcanza. Porque la ambición siempre es desmedida y expele odios y humillaciones.

Y tampoco alcanzaran las disculpas, ni reivindicaciones, ni posiciones simbólicas en nuestros nefastos y derruidos sistemas occidentales.

Ahora queda pedir ayuda y ayudar. Pedir ayuda a quienes vivieron miles de años en este edén, el cual en solo quinientos años la cultura occidental contamino de manera terminal.

Y ayudar, ayudar a quienes esperamos algún día nos reciban como hermanos y no como huéspedes insaciablemente destructivos.

No solo el poder político debe volver a los indígenas, sino la tierra es la que debe volver a la gente de la tierra. Esto excede a Evo por mucho. Si pensamos que no es el dirigente correcto, pues bien, escuchemos a los indígenas que nuevos dirigentes nos proponen, pero no escuchemos a una prensa diezmada de principios.

Estamos a las puertas de una de las últimas cruzadas imperialistas y se encarna en el biodiesel. El biodiesel es un combustible alternativo a los combustibles fósiles como los derivados del petróleo. Pero como si pareciera una tragicomedia los chiflados impulsores de este sistema promueven el cambio de una energía que ya esta muerta por otra que nos va a matar a todos.

El biodiesel sale de cultivos como por ejemplo la soja. Parece evidente que esto es alimento o debería serlo si no fuese transgénica o no tuviera glifosato (1). Ahora si para alimentarnos tenemos que lidiar con los inescrupulosos ponedores de precios que son los hipermegamercados productores de víveres, ahora tendremos que competir para conseguir alimentos con los automóviles, es decir, ya sabemos quien perderá. Es más que evidente que un automóvil es mucho más valioso que una persona en la sociedad actual.

Pero además se necesitan muchas tierras cultivables para alimentar a los aviones y entonces, todo pedazo es codiciado. Y como desde hace más de quinientos años se vuelve a repetir el modelo y entonces, los pueblos que lograron escapar al progreso y tienen todavía tierras cultivables pagaran una vez más el nuevo plan genocida.

Da la sensación que pelearse con países productores de petróleo en sus propios territorios, si bien es rentable para la industria armamentista, es bastante costoso a nivel imagen, que al cabo parece ser lo que mas cuenta, y esta bastante difícil de lograr el objetivo generalmente. Es mucho más sencillo que las empresas productoras de biodiesel del primer mundo se conviertan en terratenientes de estas tierras donde directamente o por medio de sus testaferros nacionales puedan plasmar de forma efectiva sus objetivos extractivos y si hubiese algún conflicto, no desesperar, el estado de turno le prestara su policía para que reprima a su propio pueblo.

El monocultivo es terrible. Destruye la tierra que le da vida. Pero si consideramos que en alimentos de consumo humano se utilizan toda gama de transgénicos e insecticidas, imaginemos que utilizaran en cultivos para consumo no humano.

No solo necesitamos dirigentes indígenas, necesitamos conciencias indígenas, conocimientos indígenas, ecología indígena y dignidad indígena.

Ayudemos a que actúen quienes supieron cuidar esta tierra. Llego el momento de entender que el progreso es el bienestar de la comunidad, y que el fin del enriquecimiento intelectual es la mejora de la misma comunidad. No hay progreso en un nuevo teléfono celular, porque mañana habrá otro y el progreso no puede medirse en la obtención de descartables.

Tuvimos la posibilidad de conocer a Bárbara, una californiana que trabaja en Sorata. Ella trabaja para una ONG que apoya un internado en el pueblo. El internado es para que puedan vivir allí los chicos de las comunidades indígenas aledañas que no tienen transporte y deben caminar hasta diez horas para llegar a su comunidad. Durante la semana viven veinte chicos en el internado y el fin de semana vuelven a su casa. Tuvimos la posibilidad charlar con Eusebio que junto a su esposa son los administradores del lugar, lógicamente elegidos por la comunidad. Y nos contó la historia de su hijo Benito que logro recibirse en la universidad. Pero me sorprendió la historia de uno de los chicos que esta hoy en el internado. Su sueño es recibirse de ingeniero agrónomo porque en sus tierras la gente utiliza muchos insecticidas que están afectando el ecosistema. Que expresión sublime de des-progreso. Este chico no piensa en su crecimiento intelectual como un medio para aumentar su riqueza personal, lo ve como la posibilidad de mejorar el lugar donde vivimos.

No existe otra mejor redistribución de riquezas que otorgar nuestro conocimiento y esfuerzo en función de la comunidad. Nos educan para contribuir en el crecimiento de riquezas ya más que crecidas. Pero nos educan. Poco, es verdad, pero lo hacen. Y es un riesgo muy grande porque tal vez se te de por pensar. Y tal vez notes que si no tenes heladera los alimentos se pudren menos porque los valoras más. Porque de nada sirve el mejor teléfono si no tenes nada bueno que decir, que el mejor televisor te mata el alma.

Y si tal vez te angustie pensar, hacelo, parece ser que es de humo la cortina y que del otro lado vive gente que sabe que la gestación ya empezó.

(1) http://www.ecoportal.net/content/view/full/67940

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